Cuenca, 30 de septiembre de 2010, 22.40 h
Este jueves 30 de septiembre una protesta policial paralizó el país y puso en jaque la vida del presidente Rafael Correa. A primera hora de la mañana los insubordinados policías tomaron diversas instalaciones y se retiraron de las calles, provocando que los comerciantes cerraran sus negocios por el miedo a saqueos. Las protestas, intensas en Quito y Guayaquil, culminaron con la agresión física al presidente, que se presentó frente a un regimiento de policías en huelga en Quito para dialogar con los sublevados. Tras serle impedido el abandono del lugar fue retenido en un hospital policial cercano y el estado de excepción fue decretado. Pasadas las nueve de la noche fue liberado por el ejército y llevado a Carondelet, donde dirigió un discurso a la muchedumbre que se había congregado.
La Ley de Servicio Público
El miércoles a la noche la Ley de Servicio Público fue aprobada. Esta elimina condecoraciones automáticas por ancianidad, bonos, y otras prestaciones a las que las tropas policiales tenían derecho. Pese a que las fuerzas policiales hayan recibido constantes ayudas por parte del gobierno de Correa, como subidas salariales y el mejoramiento de sus centros y equipos de trabajo, la mañana de este jueves se han alzado en protesta con contundencia.
Una movilización fuera de lo común
La policía, al igual que el ejército, y a diferencia de la mayoría de trabajadores, dispone de medios de transporte y armas. Un insubordinación y protesta como la de hoy incide en la vida política del país más que cualquier otra protesta obrera igual en número. Ejemplo de ello fue su capacidad de impedir al presidente su marcha del cuartel que visitó tras ser silbado y abucheado; Correa fue agredido con botellas y gases lacrimógenos y obligado a ingresar a un hospital custodiado por los mismos insubordinados. Los mismos reprimieron a diversos manifestantes que se acercaron al lugar.
El papel del ejército
Un pequeño sector de los militares apoyó a los policías; colaboraron con estos haciéndose con el control del aeropuerto de Quito y cerrándolo al tráfico aéreo. No obstante, la cúpula militar expresó su apoyo al orden constitucional y al presidente de la nación. Por la noche lideraron la liberación del presidente y la restitución del orden constitucional.
Y Lucio Guiérrez aprovecha la situación...
El ex-presidente del Ecuador, Lucio Gutiérrez, derrocado en 2005 por movilizaciones de toda condición social, afirmó desde Brasilia: “Creo que el fin de la tiranía de Correa está cerca” y pidió la disolución del parlamento. Su ex-abogado, por otro lado, lideró un ataque contra la televisión pública del Ecuador, único señal que ocupó todas las demás radiofrecuencias tras decretarse en el estado de excepción. Su misión era cortar la señal televisiva del país.
¿Intento de golpe por parte de las fuerzas policiales?
En los últimos años las inversiones en el sector militar se han visto gratamente aumentas con Correa, inversiones que no gozó aun con gobiernos de extrema derecha. Las relaciones con Estados Unidos son fluidas; las cooperación militar y junto a la DEA, las inversiones conjuntas, el no cuestionamiento de la formación militar en Estados Unidos por parte de las fuerzas armadas, han provocado en todo este tiempo la fidelidad del ejército al presidente. A excepción del Yasuní ITT, la política económica del Ecuador sigue estando subordinada a la gran empresa privada. No existen grandes razones por las que pensar que un golpe de estado haya sido planificado por militares y la CIA; en última instancia ha sido el propio ejército quien ha rescatado al presidente.
Por otro lado, esta sublevación policial sí ha sido vista como una oportunidad para la derecha. Las actuaciones de Lucio Gutierrez estaban encaminadas a desestabilizar aun más la situación. Sin embargo, existen muchas preguntas sin respuesta. La policía, pese haber visto incrementados sus salarios y mejoradas sus condiciones de trabajo, ¿gozaba de alguna dirección que pudo manipular a la mayoría para llegar tan lejos? ¿Pudieron surgir intenciones golpistas durante el día más allá de la protesta? (recordemos que el presidente fue secuestrado tras presentarse en un regimiento.) O en última instancia, ¿fue la misma protesta planificada bajo la intentona de un golpe policial?